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Dakar 2018: el secreto para alta competencia

 

 Hino -la compañía japonesa que comercializa en la Argentina los camiones livianos del grupo Toyota-, no fomenta la venta donde no tiene concesionarios, porque no podría darle a los vehículos la calidad de atención que tiene como estándar la compañía. Esta misma idea se traslada al Dakar, donde el éxito se logra a partir de un trabajo en conjunto.

Partiendo del camión Serie 500 4×4 que comercializa HINO, un equipo de técnicos trabaja para adaptarlo a las exigencias que implica participar en el Dakar:

–        Cabina: es la original del camión de calle Serie 500 4×4, tal como sale de producción, lo único que se agrega es la instalación de la jaula de protección por los requerimientos de seguridad exigidos por la competición, que evita el aplastamiento en caso de un vuelco.

–        Butacas: se retiran las originales y se colocan las homologadas por la FIA (Federación Internacional del Automóvil) que aseguran al chofer desde cinco puntos, lo que lo mantiene sujeto y le permite manejar el camión accediendo a todos los contactos incluso desde una posición casi horizontal.

–        Suspensión: la particularidad del Dakar es que el piso va cambiando (tierra, barro, asfalto, arena), por eso se retira la suspensión original y se coloca otra que es regulable en altura y en dureza, que puede modificarse desde el interior para darle mayor o menor agarre al vehículo según lo que se necesite. Así, la potencia del motor puede ser bien transmitida al piso y se evita que el vehículo patine y no avance, o que los frenos no sean del todo eficaces.

–        Chasis: es el original de la Serie 500 4×4, pero se refuerza la zona para que tolere la suspensión cuando se elige la más dura y soporte los impactos que se generan en la carrera.

–        Cubiertas: las originales se reemplazan por unas que tienen un sistema doble. Las que se utilizan para el Dakar, por un lado se inflan y desinflan desde la cabina para tener mejor tracción y, por otro lado, las llantas tiene un sistema especial de modo que las ruedas van calzadas y prensadas para que, en el momento en el que el motor hace fuerza y gira la cubierta, la llanta gire con la cubierta como si fueran una única pieza.

–        Motor: por reglamento, la base tiene que ser la original del camión de serie. Para el Dakar, se modifica el motor original de la serie 500, que es de 6 litros, 280 caballos y está preparado para trabajar durante un millón de kilómetros, 20 años. Para la competencia, a los motores se los sobrealimenta con un turbo más grande, un sistema de inyección con mayor cantidad de combustible, se mejora el sistema de refrigeración y se triplica la potencia hasta 600 caballos. No son motores pensados para durar 20 años, pero sí para responder con creces al año calendario de carreras y, sobre todo, al Dakar.

Pero el equipo Dakar no es solamente un vehículo modificado: corren dos personas por camión (piloto y navegante), pero hay una estructura de casi 60 personas alrededor y cada una de ellas es fundamental. La competencia implica toda una logística para que, por ejemplo, el mecánico pueda hacer la reparación en las mejores condiciones posibles, y los técnicos sepan qué repuestos tienen en la bodega y dónde están puntualmente. Por eso, el esfuerzo no es solo de los pilotos, sino de la capacidad técnica y logística del equipo. Este concepto de Soporte Total es el que hace la diferencia entre llegar y no llegar a la meta y ha llevado a lograr una gran confiabilidad: Yoshimasa Sugawara, de 76 años y lider del equipo Hino Team Sugawara, ostenta el récord de 20 Rally Dakar finalizados en forma consecutivas.

En su categoría, HINO es una de las pocas marcas de camiones que pone ingeniería de su planta en un equipo de competición, cuando por lo general las marcas son equipos privados con el auspicio de la fábrica en la que corren. Este esfuerzo se ve reflejado en el éxito de su participación y también en la calidad de los vehículos de calle, ya que en muchas oportunidades, mejoras que se utilizan en las competencias son adaptadas y llevadas a los camiones de serie.

HINO participa en una de las categorías del Dakar con un camión de la serie 500, que es la serie mediana, con un motor de 6 litros de 600 caballos y compite con camiones más potentes -por ejemplo con motores de 12 litros, que originalmente traen 650 caballos y potenciados para el Dakar tienen 1000-. A pesar de eso, en los últimos dos años HINO ha llegado en algunas oportunidades por delante de camiones con motores de casi el doble de potencia y cilindrada. En el Dakar 2017, Teruhito Sugawara finalizó en la 8va posición general de la categoría camiones y primero en la categoría de menos de 10 litros.

Teniendo en cuenta que HINO corre con el mismo vehículo desde hace cinco años, queda claro que la confiabilidad está intacta. Ese es, sin duda, el espíritu de la marca en el Dakar y el resultado de una política de Soporte Total.

 

La marca HINO, representa al Grupo Toyota en el mercado global de camiones pesados ​​y autobuses. Con 100 años de historia, la compañía se encuentra presente en más de 90 países, promoviendo los productos Hino en cada mercado. Hino Motors Ltd. ha registrado ventas netas consolidadas por $15.389 millones de dólares en el último año fiscal y emplea 32.111 personas alrededor del mundo. Hino Motors Ltd. posee oficinas en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú. Y también se encuentra presente en el resto de América, Asia, Medio Oriente, Europa y Oceanía. Sus oficinas en Argentina se encuentran en ruta Panamericana Km. 26.825, Colectora Este, Don Torcuato (1001), Buenos Aires, Argentina. Teléfono de contacto 0 800 999 4466 o por email sac@hinoargentina.com.arhttp://www.hinoargentina.com.ar/

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