El gremio de Hugo y Pablo Moyano retoman este miércoles las discusiones y amenazan con un paro en reclamo de una suba de 131%. En la Casa Rosada pretenden alinearlo con el resto de las paritarias para evitar otra escalada de la inflación.
La negociación salarial en el transporte de cargas ingresará esta semana en un trámite decisivo que enciende todas las alarmas del Gobierno en su afán de evitar un escenario de conflicto con una actividad clave para asegurar el abastecimiento, y a par esquivar que la definición del aumento que acuerde el Sindicato de Camioneros traccione al alza las demandas de otros gremios y estimule una nueva escalada de la inflación antes de culminar el año.
Con ese doble objetivo, las autoridades del Ministerio de Trabajo, ahora en manos de Kelly Olmos, retomarán el miércoles la discusión entre el gremio que conducen Hugo y Pablo Moyano y las tres cámaras empresarias de la actividad. El sindicato insiste con el reclamo de un incremento anualizado de 131%, y amenaza con poner en marcha medidas de fuerza desde esta misma semana si no ha una mejora de la última oferta empresaria de una suba de 84%.
“Si vienen con un 130% y medio, lo analizaremos“, ironizó este domingo Pablo Moyano de cara a la nueva audiencia paritaria, y volvió a cruzar a Olmos por sus cuestionamientos contra la proporción del aumento exigido por Camioneros y la habitual metodología de los bloqueos a la que recurre el gremio.
“Acá lo más agresivo es la inflación no una declaración más o menos fuerte. El Gobierno no le encuentra una solución y está a merced de los empresarios que son los que remarcan los precios de los alimentos todos los días”, remarcó el sindicalista respecto a los dichos de la ministra.
La semana pasada Olmos desautorizó públicamente el pedido de aumento salarial de los Moyano, al que responsabilizó de impulsar la escalada de la inflación. “Puede ser muy insolidario con los que quedan atrás”, advirtió la funcionaria antes de añadir que “no podemos generar un nivel de ajuste excesivo que tenga un impacto en el costo de vida”.
Las declaraciones de la reemplazante de Claudio Moroni al frente de la cartera laboral no fueron a título personal: en el Gobierno admiten la preocupación por el impacto que tendría un incremento como el que reclama Camioneros para sus planes de evitar una nueva aceleración de la inflación antes de que culmine el año. “Lo razonable es no más del 100%“, deslizan en la Casa Rosada en referencia a su pretensión sobre el sendero que debería transitar la negociación en la actividad.
Es que el temor mayor del Ejecutivo es que un aumento para los camioneros de por lo menos 20 puntos por encima de otras paritarias renegociadas hasta el momento (como los casos de bancarios que firmaron una suba de 94,1% o aceiteros con un aumento de 98%) termine forzando una revisión al alza generalizada en el resto de las actividades y con ello realimentando la suba de precios. “Es un número desproporcionado”, alertan las fuentes oficiales. Y consienten que con esos parámetros salariales es imposible contener expectativas y garantizar que la inflación al culminar el año no supere los tres dígitos.
Una opinión similar comparten los sectores mayoritarios de la CGT, donde se concentran las voces cada vez más críticas hacia el número dos de Camioneros. “Distorsiona todo lo que se está discutiendo” en otras actividades, sostienen al respecto. Y advierten: “Si todos empezamos a poner la mirada en esos porcentajes, desbarrancamos“.
En el medio trascendió la decisión del Ministerio de Economía, que conduce Sergio Massa, de incluir en el proyecto de Presupuesto que esta semana debatirá la Cámara de Diputados un artículo específico para exceptuar los adicionales por viáticos que cobran los choferes de larga distancia del gremio del pago del impuesto a las Ganancias.
Tanto en el mundo sindical como también dentro del oficialismo interpretaron la decisión como un gesto para acercar posiciones con los Moyano y así intentar alinear el aumento de Camioneros con los definidos en el resto de las paritarias.
Fuente: Elizabeth Peger para Clarín.
