La historia es la de Pedro Poncetta y su familia. Su hija Irina eligió como “carruaje” al camión de toda la vida de su papá, para llegar a su fiesta de 15 años, para alegría de Pedro y Marcela, su señora, que estuvo en todos los detalles del evento.-
El contacto es gracias a la colega Javiera Nasser, desde Río Gallegos, que nos hizo el puente con Pedro, quien comparte su amor por el camión, “hace ya 47 años que ando arriba, es mi toda mi vida” y agregó “nos emocionó su decisión, habíamos preparado un C3 viejito que usan mis hijos más chicos, pero me dijo “pa quiero que el camión sea mi carruaje, viendo el sacrificio de uno, lo decoramos todo y así fue”.
“De chico ya estaba andando en camión, mi papá era camionero y yo era el pistín, ahora ya no hay lamentablemente, ahora se enseña con simuladores, son otros tiempos. No hay como el oficio para aprender, aparte te tiene que gustar, hoy hay muchos que se suben al camión por el sueldo. En mi caso, tengo a todos mis hijos que ya manejan todos, es una herramienta, para el día de mañana”, compartió y cuenta que se dedica a hacer mudanzas y algo de cargas generales, “viajo a Tierra del Fuego, a todo el país, en el Volvo modelo 1966 color negro, con el que voy a todas partes, toda la vida en esto”.
“Fue toda una sorpresa la repercusión que tuvo” reconoce, volviendo a la fiesta, “lo decoramos todo con moños blancos, fue la primera vez que me pongo el traje para manejar el camión, una cosa de locos, nos reímos mucho, desubicado como cubetera dentro del horno. Dimos unas vueltas por el centro y la gente salía a sacarle fotos, llamaba mucho la atención. Fue todo muy lindo”.
Por su parte, Irina comparte acerca de la experiencia que, “quise llegar a mis 15 en el camión de mi papá, quiero resaltar que lo decidí porque me enorgullece ver el trabajo y esfuerzo y todas esas cosas están reflejadas en ese camión. Significa mucho para mí y es algo inolvidable. Y también porque me pareció una idea original”.