Los hermanos Montiel, oriundos de Corrientes, desde hace mucho tiempo se acercaron a la capital federal, hablamos un rato con Juan mientras tomábamos unos mates me contaba los últimos años y la decisión de emprender un negocio propio, dejando ver la pasión por el trabajo que realizan y lo comprometido con el servicio y la puntualidad.
Los primeros años con las lonas fueron de aprendizaje, trabaje 5 años en Lonera Mario, en camino de cintura Lavallol, después de esa etapa, me fui a Ezeiza a vivir y tuve un ofrecimiento de trabajo en una lonera de acá de Cañuelas donde trabaje 15 años y siempre con la necesidad de tener un lugar propio, llevamos tres años trabajando con mis hermanos, es muy difícil arrancar de abajo, muchas veces te dan ganas de tirar la toalla, pero, son mas las ganas de seguir y la vamos empujando, en el ultimo año, nos esta yendo mejor, cuando ves que el cliente vuelve, es muy gratificante, cuando viene un transportista que fue recomendado por un cliente nuestro es muy lindo, te demuestra que el servicio y la calidad que damos es buena y no es en vano el sacrificio que hacemos muchas veces fuera de hora, para que el cliente pueda seguir. También en un inicio hacíamos algo de tapicería, lavado de lonas para tener el taller abierto y para que los clientes nos conozcan, tapicería no hago mas tengo un amigo que trabaja muy bien y nos ayudamos pasándonos trabajos.
Varios clientes nos dieron coraje para arrancar y nos ayudaron mucho, Gabriel Guarnieri fue uno de los que voy a recordar y agradecer siempre, el apoyo incondicional que nos dio, Gabriel es un muy buen cliente y mejor amigo, tengo más para nombrar, pero, espero no se enojen.
A veces charlando con mis hermanos recordamos que la decisión fue probamos o nos volvemos a corrientes y si, los primeros meses fueron muy duros, pero a la distancia estamos muchísimo mejor, es eso el combustible para seguir. Los espacios en el galpón, cuando vemos fotos de los primeros tiempos delatan el crecimiento, estamos bien y vamos despacio por un buen camino.
Juan, Pedro y Walter Montiel un ejemplo más de emprendedores que en este país, donde todo se pone difícil, donde no existen los créditos, donde los impuestos asfixian, Los Montiel vienen todos los días para brindar su servicio que promete y es bien valorado.