Entidades

33 años de innovación y compromiso con la excelencia para construir un transporte más seguro y eficiente

“Con los pies firmes en la experiencia y la mirada puesta en el futuro.” Sergio Ruppel resume de ese modo cómo encuentra el 33 aniversario a la Fundación Profesional para el Transporte (FPT).

El Presidente de la entidad fundada por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), explica que la celebración se da reafirmando el compromiso que convirtió a FPT en un referente de la capacitación y la seguridad vial en América latina, con una mirada que reconoce el valor del camino recorrido y que en simultáneo apuesta al futuro con la convicción de que la innovación y la adaptación son las claves para seguir construyendo un transporte más seguro, eficiente y preparado para los desafíos que vienen.

A continuación, los principales fragmentos de la entrevista que le realizó El Borne:

-La Fundación Profesional para el Transporte acaba de cumplir 33 años, ¿qué balance hace de este recorrido?

-Estoy muy orgulloso de presidir desde hace un año una institución con la trayectoria y la enorme capacidad para generar conocimiento -y transmitirlo- en pos de la profesionalización del transporte.

Después de tanto esfuerzo y trabajo, FPT es hoy referente indiscutida en Latinoamérica. Una clara señal de eso es la capacitación internacional que dictamos el mes pasado para representantes de 9 países, a partir de la alianza con la Federación Internacional del Automóvil (FIA) Región IV.

Dieciocho integrantes de clubes automovilísticos asociados a FIA Región IV, provenientes de Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Colombia, Perú, México, Paraguay, Uruguay y Argentina, recibieron clases teóricas, realizaron prácticas en simuladores y ejercicios en pista como parte del curso “Formación de Instructores de Flota Pesada”.

-¿Cómo ha evolucionado la capacitación profesional del transporte en estas más de tres décadas?

-La evolución ha sido verdaderamente significativa. La Fundación nació con el propósito de elevar los estándares de formación y profesionalización de los conductores, y hoy podemos decir que hemos acompañado -e incluso impulsado- los cambios tecnológicos, pedagógicos y humanos que transformaron al sector.

Uno de los avances más notables ha sido la incorporación de tecnología de vanguardia en los procesos de enseñanza. Nuestros simuladores de conducción de última generación -cuyo diseño, software y hardware se desarrollan íntegramente en la Argentina- permiten recrear con gran realismo las condiciones de nuestras rutas y los tipos de vehículos que efectivamente circulan en el país. Esta herramienta, junto con las prácticas en pista con camiones escuela, posibilita una formación integral, segura y eficiente, que combina la teoría con la experiencia práctica en contextos controlados.

Pero la evolución no se limita al aspecto técnico. En los últimos años hemos incorporado una dimensión clave: la evaluación y el acompañamiento psicológico de los conductores. La creación del Departamento de Psicología Vial nos permitió sumar evaluaciones psicosensométricas fundamentales para comprender las capacidades cognitivas, perceptivas y emocionales de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de conducir un vehículo de gran porte. Esta mirada integral refuerza nuestro compromiso con la seguridad vial y con la formación de conductores profesionales conscientes, equilibrados y altamente capacitados.

-¿Qué hitos destacaría como fundamentales en el crecimiento de la FPT y su impacto en el sector?

-Uno de los pilares fundamentales del crecimiento de la Fundación ha sido su compromiso con la formación integral del capital humano del sector. Desde sus inicios, FPT entendió que la capacitación de los choferes profesionales no debía limitarse únicamente a las habilidades técnicas para la conducción de vehículos de carga pesada, sino que debía complementarse con una visión más amplia de la gestión del transporte.

La formación del conductor es esencial, pero su impacto se multiplica cuando se integra con una gestión eficiente dentro de las empresas. Por eso, además de brindar herramientas y prácticas concretas para mejorar la conducción, desde la Fundación se promueve una transformación más profunda: la incorporación de nuevos hábitos y estándares de desempeño, impulsados por una administración profesional del capital humano.

En esa línea, la FPT no solo trabaja en la generación de choferes altamente capacitados, sino también en el desarrollo de recursos humanos y mandos medios capaces de liderar la evolución del sector. Hacia el futuro, el desafío es seguir avanzando en la formación de profesionales dentro de las empresas de transporte, que puedan gestionar con eficiencia, sostenibilidad y visión estratégica las operaciones logísticas del país.

-¿Cómo se prepara hoy un conductor profesional? ¿Qué tipo de capacitaciones o competencias son prioritarias?

-La formación actual se orienta a comprender la operación completa del vehículo, la seguridad y la toma de decisiones en ruta. En FPT trabajamos con simuladores, prácticas controladas y contenidos actualizados en función de la tecnología disponible en la flota.

Las competencias prioritarias son: conducción defensiva, interpretación del entorno vial, gestión del riesgo, uso eficiente del combustible y dominio de los sistemas electrónicos que hoy forman parte de los camiones. El conductor debe conocer el equipo que opera, sus puntos de control, sus limitaciones y la lógica de funcionamiento de cada sistema de asistencia. La actualización es permanente y forma parte del ejercicio profesional.

-¿Existe una brecha entre la formación disponible y las necesidades del transporte moderno?

-La tecnología de los vehículos evoluciona con rapidez. Si la formación no la acompaña, se genera distancia entre lo que se enseña y lo que se opera. Hoy un camión incorpora sistemas electrónicos, asistencia de frenado, alertas automáticas y herramientas de diagnóstico que requieren conocimiento técnico.

La brecha aparece cuando la capacitación se toma como trámite. En FPT sostenemos un enfoque basado en práctica, evaluación y mejora continua. La formación profesional no finaliza con una licencia, se sostiene a lo largo de la actividad laboral. Esa es la condición para operar equipos modernos con criterios de seguridad y eficiencia.

-Los recientes siniestros viales vuelven a poner el tema en agenda. ¿Qué está fallando? ¿Qué cambios deberían impulsarse desde la formación, las empresas o el Estado?

-No se puede atribuir la seguridad vial a una sola causa. Intervienen la infraestructura, el mantenimiento de los vehículos y la capacitación de los conductores. El país registra más de 5.000 muertes por año en siniestros viales. El problema es estructural, tiene responsabilidades compartidas y requiere del compromiso de todas las partes.

Desde la formación debemos sostener programas obligatorios y no obligatorios que actualicen habilidades, criterios de conducción y capacidades cognitivas. En FPT contamos con evaluaciones psicofísicas y técnicas que permiten identificar condiciones que se modifican con la edad y con los años de experiencia.

Desde las empresas, se necesita gestión interna: medir desempeño, registrar desvíos y aplicar correcciones. La capacitación aislada no produce cambios si no se la integra a la operación.

Desde el Estado, se requiere infraestructura en condiciones, señalización y controles efectivos. La seguridad vial depende de la relación entre persona, vehículo y entorno. Ningún componente actúa de forma independiente.

-De cara al futuro, ¿cómo imagina la formación del conductor profesional?

-La conducción profesional se orienta hacia la operación de vehículos con sistemas avanzados de asistencia y conectividad. El conductor deberá administrar información, interpretar alertas electrónicas y tomar decisiones en tiempo real sobre equipos con mayor automatización.

En FPT desarrollamos modelos de formación basados en simulación, práctica específica y evaluación continua.

Avanzamos junto a la Universidad Provincial del Sudoeste en una Diplomatura en Gestión del Transporte. Este programa complementa la formación operativa con herramientas de gestión: análisis de datos, planificación de flota, costos, mantenimiento y logística. Su objetivo es fortalecer a mandos medios y responsables de flotas con criterios técnicos de toma de decisiones.

El futuro requiere un conductor profesional que opere el vehículo y, al mismo tiempo, gestione el proceso. La formación debe responder a esa necesidad.